El Colegio de Podólogos de Castilla-La Mancha recomiendan un estudio biomecánico en niños

El Colegio de Podólogos de Castilla-La Mancha destaca que la aplicación de la tecnología en el terreno de la podología permite realizar un análisis exhaustivo de la postura a partir de puntos de apoyo y de movimiento de los pies y recomienda hacer un estudio biomecánico a los niños, a partir de los tres años de edad aproximadamente, con el fin de detectar y prevenir posibles patologías en los pies.
En nota de prensa el colegio incide en la importancia de detectar esas patologías, si se tiene en cuenta que un mal punto de apoyo puede ser causa de una alteración del equilibrio del cuerpo y, por consiguiente, de problemas en espalda o cadera.
De este modo, la tecnología que utiliza el podólogo para estudiar los puntos de apoyo es clave para un buen diagnóstico y analizar estos datos en los más pequeños puede suponer la prevención de patologías que pueden derivar en una mayor gravedad cuando esta persona sea adulta, en caso de no ser tratadas a tiempo.

Desde este Colegio, que preside Francisco Manuel López Barcenilla, destacan que la aplicación de la informática al mundo de la podología ha marcado un antes y un después en la forma de ver el problema de los apoyos. Permite ver, de manera más óptima, como se distribuye la carga, cual es el mapa de presiones, dónde está nuestro centro de gravedad, cómo nos movemos con cámaras. Con esta tecnología se pueden descubrir alteraciones en los apoyos que más tarde o más temprano pueden provocar dolor.
Por ello, recomiendan que el estudio biomecánico se haga ya de niños, porque se pueden detectar las alteraciones en los apoyos si el hueso no se ha formado, sometiéndolo a ejercicios, a cambios de postura, colocando un cuña o una plantilla y corregir esas posibles alteraciones. Es recomendable a partir de los 3-4 años, para ver cómo el niño se apoya, cómo es su genética, que es lo que puede ocurrir y qué se puede hacer para que crezca lo mejor posible.