viernes, 12 de agosto de 2011

La terrible visita al podólogo


Algun@s podolog@s creen sustituir su inexperiencia con gafas, mascarilla, música de ambiente...y mucha crema.

Con el verano llega uno de mis momentos más terribles: la visita al callista. Bueno, al podólogo, que ahora se llama así.

El mejor podólogo que me ha atendido era un callista. Viejo como el hilo negro. ¡¡Era tan viejo que había sido callista de Franco!! Además el pobre lo pasó fatal, porque era algo rojo, y un día le llegó uno de la secreta y él pensó que lo iba a mandar al otro barrio, pero lo mandó a Meirás. Allí hizo las cosas de su oficio y se ve que lo hizo bien, porque duró más que el paciente que ocupaba el pazo. Pues el caso es que este señor tan mayor, con su consulta a juego, me sentó en su silla de barbero trasnochado y, pin-plas pin-plas, me arregló los pies sin que me diese cuenta; incluso los alabó y contó un par de chistes.

Pero el callista se jubiló y desde entonces voy al podólogo: tardan semanas en darme la cita, la consulta parece la NASA y el podólogo se presenta con guantes, mascarilla y maquinitas. ¡Hum! Las maquinitas, que te rebanan el talón y las plantas y con sonido de torno dental. Tú estás a punto de gritar «por dios, que me está llegando a la rodilla», pero el podólogo no te mira. Solo pone cara de «esto está fatal, señora» y sigue a lo suyo, que suelen ser tus uñas, sufrimiento final del que no se puede escapar ni aun encogiendo los dedos hasta la contractura. Al final, empapada en sudor, dolorida y tan embadurnada de crema que los pies se te escapan de las sandalias, pagas el servicio, que más que un podólogo parecen unas mechas, y sales a la calle sintiendo hasta la arena con la que se hizo el cemento de las aceras, y echando de menos a tu viejo callista.

(autor: sara carreira)

jueves, 11 de agosto de 2011

Problemas Podológicos de la Práctica Deportiva

El señor Daniel Mayral, podólogo que co dirige la Clínica Podológica Mayral, que regenta junto con su hermano Jordi Mayral dos clínicas en Barcelona y en Cerdanyola del Vallés, y que forma parte de ADRIO-CLINIC en Clínica CIMA de Barcelona, comenta algunos de los problemas que afectan a los pies a la hora de practicar deporte. Los problemas podológicos pueden englobarse en tres sectores. El primero de ellos es el traumático, es decir, que se produce una lesión o un problema a causa de un golpe. El segundo es el dermatológico, refiriéndose a afecciones de tipo micóticas como el pie de atleta. Y por último, destacamos las molestias de origen biomecánico. En este último caso las alteraciones del pie se producen al practicar deporte y son motivo de lesiones y molestias. Por eso la figura del podólogo está cada vez más introducida en cualquier actividad deportiva que se practica a nivel profesional.

Estudios Biomecánicos

Los estudios biomecánicos de hoy en día cuantifican la presión de cada metatarsiano en el suelo, algo muy útil en el caso de atletas. Los velocistas son los que más carga realizan en el pie a nivel puntual porque la presión aumenta cuando la superficie sobre la que se apoya el pie es menor.

Soportes Plantares

Las personas que utilizan soportes plantares en su vida cotidiana tiene que seguir llevándolos cuando practican deporte. De la misma manera ocurre cuando hay que llevar un calzado específico, como por ejemplo zapatos de tacón. El pie sigue necesitando de ese apoyo para poder caminar sin lesionarse ni forzar la postura.

1 Ficheros de sonido (10:47 mins):

Reproducir entrevista con D. Daniel Mayral, podólogo que co dirige la Clínica Podológica Mayral. (10:47 minutos)