sábado, 7 de enero de 2012

El tratamiento de las callosidades en los pies

Los callos son una placa de piel engrosada que se desarrolla en las zonas del pie donde el calzado produce fricción en la piel o dedos. Los especialistas recomiendan que las personas no se corten esas pieles y que dejen que sea un profesional de los pies el que manipule esos callos, según comenta Bernat Vázquez Maldonado, podólogo. Las callosidades en los pies son muy comunes, sobre todo en personas mayores. Esto es así porque con la edad vamos perdiendo el tejido graso de la planta del pie y ésta se endurece en la zona de apoyo. En algunos casos puede doler mucho porque uno de estos callos puede estar oprimiendo una terminación nerviosa. Es importante recordar a las personas que los padezcan que no deben manipularse los callos porque los materiales para ello deben estar siempre esterilizados. Además, muchas veces cometemos el error de confundir un callo con lo que podría ser una verruga o un tumor, así que lo mejor es ir al podólogo para que valore qué lesión es con certeza.
Responsabilidad del calzado
El calzado es responsable de la aparición de las callosidades en un alto porcentaje, sobre todo en mujeres. Al llevar tacón el pie se desliza hacia adelante y se produce una carga en la zona metatarsal. Los dedos frenan con la punta del zapato, lo que hace que se pongan en garra y que haya una presión excesiva en la zona. Como consecuencia aparecen las duricias. Por otra parte, el calzado de señora suele tener una suela más fina que la de caballeros, con lo que la piel del pie se endurece con más facilidad porque nota las irregularidades del terreno. En este aspecto deben tener especial cuidado las personas con diabetes o problemas circulatorios, ya que un callo infectado en estas circunstancias puede derivar en una úlcera que, a su vez, puede conducir a una amputación. Por eso, Bernat Vázquez Maldonado incide en que es primordial que la gente invierta en calzado de calidad.
Tratamiento
Frente a la callosidad, el podólogo lo primero que hará será ver cuál es la causa y origen del problema. Si, por ejemplo, es por una causa metatarsal se deberá decir a la persona que vaya con menos tacón y que utilice una plantilla de descarga. Si aún así no se soluciona el problema, habrá que diseñar una plantilla para que la zona se descargue. De esta manera la callosidad tardará más tiempo en salir y la persona ganará en calidad de vida.