viernes, 11 de febrero de 2011

¿Elogios entre colegas? ¡Qué cosa más rara!


Tertulia literaria con la nieta de Federico García Lorca

Qué cosa más extraña recibir halagos de un compañero en un mundo tan crispado en el que actualmente nos ha tocado vivir, donde la envidia, el chisme y la ira son los ingredientes que predominan.

Resulta, que por mis ocupaciones literarias no tengo más remedio que cerrar mi consulta algunos días, de manera que cuando alguno de mis pacientes acude de urgencia, se encuentra con la puerta cerrada.

Pero el hecho es el siguiente: fui invitado a una tertulia literaria en la que participaba la nieta de Federico García Lorca, y para mí, era un honor compartir, de manera que no podía rechazar dicha invitación. Pero ese mismo día acudió de urgencia a mi consulta un veterano paciente y tuvo que regresar por donde vino. No tuvo más remedio que ir a la consulta de otro colega, que además, está cerca de su domicilio. El joven colega intentó resolverle el problema, y le dio el alta en la creencia de que lo había conseguido. A los cuatro días el sufrido paciente regresó a la consulta del podólogo porque no había sentido mejoría, es más, dijo que estaba peor que cuando lo visitó por primera vez.

El paciente, observando que el bisoño profesional iba a practicarle la misma técnica que la vez anterior, se armó de coraje y, con todo comedimiento le dijo:

-Perdone, con todo respeto quiero decirle que mi podólogo es el Sr. Capel, pero desde que se ha metido a escritor últimamente está desatendiendo a sus pacientes –dijo con voz humilde para no contrariar al podólogo-. Por eso he venido a usted, pero en más de 20 años nunca me ha hecho lo que usted me está haciendo.

El novato podólogo guardó silencio. De pronto exclamó:

-Usted me ha nombrado a un Maestro –dijo sin ninguna falsa timidez-. Es una verdadera lástima que veteranos no ejerzan la docencia.

Tal y como lo transcribo así ocurrió. El paciente quien me lo dijo es de “pura ley”. No miente ni exagera, además, por ser quien es, no necesita mentir. Lamento no poder decir a qué se dedica, porque podría desvelar su identidad.

El susodicho paciente me comentó que yo era uno de los podólogos por los que él sentía admiración profesional. Extraño caso, ¿verdad?

Siguiendo el hilo del relato, yo también siento admiración por varios compañeros en su trayectoria profesional. Y una vez más invito al actual e inestable Consejo de que se rinda un homenaje a podólogos con gran trayectoria nacional, y pioneros en el campo de la cirugía. A aquellos podólogos que hacen profesión día a día desde su consulta a pie de calle.

Creo que deberían ser diez la primera tanda. Propongo los siguientes nombres, el resto que los formulen los demás: Quirós, Basas, Rivera, Diz, Fernández Lago, García Carmona...

Un saludo.

2 comentarios:

  1. todo el mundo sabe que la gran mayoría de los profesores son podólogos ineptos que son incapaces de defender su trabajo en consulta abierta al publico, lo mismo que gran mayoría de los directivos.Y los que promocionan la profesion son los veteranos.

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  2. Muchas gracias compañero, pero no creo que sea merecedor de ningún tipo de homenaje. Hago lo que creo que debo hacer por la profesión, algo que deberíamos hacer todos. Un saludo desde Colombia
    Bernardino Basas

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Blog Independiente de los Podólogos de la Región de Murcia.