martes, 15 de marzo de 2011

Más intrusismo en la Podología



Palma se apunta a la moda de los Garra Rufa, los pececillos que se comen las células muertas de los pies y manos.




Los Garra Rufa limpian a fondo las pieles muertas de manos y pies.
Luc Thetiot bailado en escenarios de medio mundo, de Londres a Nueva York y en París, en el Moulin Rouge. Estuvo en el grupo de Pina Bausch, pero Luc colgó las zapatillas. El bailarín francés sabe que el cuerpo avanza bien si cuenta con un buen apoyo: los pies. Es natural que haya declinado insistir en los escenarios para abandonarse a la "calma" de Mallorca y ser el primero en Palma que ha montado un Fish Spa. Donde no llegan las pinzas de un podólogo, lo alcanzan los diminutos Garra Rufa, unos pececillos originales de las cuencas termales del Kangal en Turquía. Masyo es su local en la calle Unión en Palma, abierto en septiembre del pasado año. Entras y ya hueles a Edén.
Palma ya cuenta con tres de estos negocios llamados fish spa, uno en Sindicat y otro en el Paseo Marítimo. Thetiot no oculta que "aún es muy novedoso en España", y advierte que "la higiene es fundamental" en el negocio. Él certifica la bondad de sus minúsculos peces con papeles. Hay quien ha confundido a los aplicados y eficientes Garra Rufa con los Chin chin de China, mayores en tamaño y voraces en dar bocados. Cuentan que más de uno ha salido con sus pies sangrando. Nada que ver con esta especie turca, conocida por los habitantes de la zona mucho antes de que los médicos confirmaran sus virtudes terapéuticas en favor de los enfermos de psoriasis y dermatitis. No es que Turquía sea Lourdes, pero aumentan de año en año los aquejados de esta enfermedad que no sólo solivianta la piel sino que afecta a capas más profundas de nuestro organismo.
Luc Thetiot toma nota en una ficha de los detalles del cliente antes de sumergirle los pies en una tina de madera con cáscaras de naranja, paso previo a sumergir los pies hasta media pierna en un pequeño estanque o pecera de aguas turquesas. Allí aguardan los Garra Rufa que olisquean a su nuevo paciente. Empieza la danza del mordisqueo indoloro que provoca unas pequeñas descargas eléctricas y cosquillas. Estos peces producen una enzima, el ditranol, que regenera la piel dejándola como ´culito de bebé´ e hidratándola.
LOURDES DURÁN

2 comentarios:

  1. Al menos estos peces tienen dignidad, nostros nos comportamos como pirañas incluso dentro de nuestro colectivo. Pirañas carroñeras. A los pobres peces Garra Rufa les explota la humanidad, algunos de nustros compañeros y compañeras son ellos mismos quien se bajan los pantalones y se suben las faldas.
    Bernardino Basas

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  2. Comparto plenamente tu opinión.

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